Los hechos quedaron al descubierto en horas de la mañana, cuando los locatarios llegaron a sus negocios y se percataron de los daños en puertas, chapas y candados, así como del robo de diversas especies.
Uno de los recintos más afectados fue la Barbería de Adrián Arboleda, desde donde sustrajeron perfumes, herramientas de peluquería y otros productos, además de provocar severos daños en el acceso principal al local.
Durante el recorrido de los delincuentes, también resultaron con daños los ingresos de locales aledaños, lo que refuerza la hipótesis de un actuar sistemático y premeditado.
El comerciante Gabriel Ruiz, uno de los afectados, expresó su frustración:“Lamentablemente estos hechos se están volviendo comunes. Parece que quienes deben garantizar la seguridad de la ciudad no están haciendo bien su trabajo.”
Otros locatarios, que prefirieron mantener el anonimato, señalaron que, a pesar de las inversiones realizadas en seguridad —como patrullajes comunitarios, vehículos policiales nuevos, cámaras de vigilancia, drones y patrullas mixtas— los delitos no sólo persisten, sino que aumentan.
Ante esta situación, los vecinos del sector hacen un llamado urgente a las autoridades para que se implementen acciones concretas y efectivas, antes de que este tipo de delitos se conviertan en parte de la rutina diaria de la ciudad.
