La Universidad de Harvard llevó a cabo una investigación sobre cómo ciertos alimentos pueden afectar nuestra salud cardiovascular. Encontraron que algunos elementos en nuestra dieta pueden ser perjudiciales para la salud del corazón, y señalan cinco categorías específicas a evitar para reducir el riesgo de problemas cardíacos y ataques al corazón.
El consumo frecuente de alimentos de baja calidad ha sido identificado como una de las causas principales del aumento de los problemas cardíacos en los últimos años. Estos alimentos tienden a elevar el colesterol dañino, la presión arterial y aumentar las posibilidades de sufrir eventos cardiovasculares graves.
Harvard ha identificado cinco tipos de alimentos que se deben evitar para proteger la salud del corazón:
Carne procesada: Este grupo incluye salchichas, hamburguesas, salchichón, bacon, tocino y otros embutidos, considerados por Harvard como perjudiciales para la salud cardíaca. Se recomienda minimizar su consumo y, de ser posible, eliminarlos por completo de la dieta.
Cereales refinados: Los cereales de desayuno con alto contenido de azúcar representan un riesgo para la salud del corazón, según la Universidad. El alto nivel de procesamiento elimina componentes beneficiosos de los granos enteros, como la fibra, minerales y ácidos grasos saludables.
Pan blanco: Al igual que los cereales, el pan blanco procesado carece de nutrientes beneficiosos y puede ser perjudicial para la salud del corazón. Harvard recomienda optar por variedades de pan que ofrezcan más nutrientes y menos impacto negativo en la salud cardiovascular.
Arroz blanco: A pesar de su apariencia inofensiva, el arroz blanco también pasa por un procesamiento que lo priva de componentes beneficiosos para la salud. Según Harvard, es preferible elegir otros tipos de arroz que no afecten la salud del corazón de manera negativa.
Refrescos: Las bebidas azucaradas, según la investigación de Harvard, tienen efectos nocivos similares a los carbohidratos altamente refinados y procesados. Se recomienda evitar los refrescos, ya que contienen grandes cantidades de azúcar, con una lata típica llegando a tener hasta 35 gramos de azúcar (casi 9 terrones).
Estos cambios en la dieta pueden contribuir significativamente a cuidar la salud cardiovascular, según los hallazgos de la Universidad de Harvard.