Según lo informado por los propietarios del local, tres sujetos llegaron en una camioneta color rojo alrededor de las 01:40 horas. El vehículo ingresó por calle Caupolicán y luego giró contra el tránsito por calle 18, donde se estacionaron mientras los individuos ingresaban al local para cometer el robo. Los delincuentes lograron sustraer una tablet y dinero en efectivo. Sin embargo, no pudieron llevarse más especies debido a que el local cuenta con cámaras de seguridad y un sistema de alarmas, lo que activó una rápida respuesta policial. Lo más llamativo del hecho es que ocurrió a escasos metros del Tribunal Oral en lo Penal de Angol y de la Fiscalía, además de encontrarse a solo una cuadra de la Comisaría de Carabineros, lo que genera preocupación respecto a la seguridad del sector. Los propietarios, que llegaron rápidamente al lugar, destacaron la oportuna respuesta de Carabineros. Sin embargo, debido a la activación de la alarma, los delincuentes escaparon rápidamente antes de ser detenidos. El avalúo preliminar del robo supera el millón de pesos, considerando el dinero en efectivo sustraído, la tablet y mercadería.
El delito se registró cerca de las 4:30 de la mañana, cuando dos sujetos forzaron la cortina metálica del local y lograron llevarse algunos artículos. Al percatarse de que su accionar no había sido descubierto, los antisociales regresaron alrededor de las 5:00 horas acompañados por dos cómplices a bordo de un vehículo. En esta segunda incursión, sustrajeron una mayor cantidad de especies, entre ellas mercadería, computadores y un molino de café. Gracias a las cámaras de televigilancia instaladas en el lugar, varios de los involucrados quedaron en evidencia. Las imágenes fueron compartidas masivamente en redes sociales durante la mañana, generando una rápida reacción entre los vecinos y usuarios de plataformas digitales. La presión social tuvo efecto: la madre de uno de los delincuentes se comunicó con los dueños del local para coordinar la devolución de parte del botín. Posteriormente, algunas de las especies robadas fueron encontradas escondidas entre matorrales en calle Alemania, entre la población Los Copihues y Villa Italia.
Según información preliminar, desconocidos ingresaron al estacionamiento del recinto de salud, que queda donde esta la cancha de futbol Alemania y procedieron a intervenir varios vehículos pertenecientes al personal de este centro de salud familiar. Los antisociales rompieron vidrios y sustrajeron objetos de valor desde el interior de los automóviles. El robo ocurrió durante el turno habitual de los trabajadores, lo que ha generado una profunda preocupación por la seguridad tanto del personal como de los usuarios del centro. Los funcionarios afectados denunciaron los hechos ante Carabineros, quienes ya iniciaron las diligencias investigativas para dar con el paradero de los responsables. Desde la dirección del CESFAM hicieron un llamado urgente a reforzar las medidas de seguridad en el recinto, considerando que no es la primera vez que ocurren hechos de esta naturaleza. “La situación es preocupante. Venimos a trabajar al servicio de la comunidad, y no podemos hacerlo con tranquilidad si ni siquiera nuestros vehículos están seguros dentro del recinto”, señaló uno de los funcionarios afectados. Este hecho pone nuevamente sobre la mesa la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad en los centros de salud públicos, especialmente en sectores donde la delincuencia ha ido en aumento.
El robo ocurrió mientras se realizaba una actividad enmarcada en un raid de motos organizado por el “Club Muere Muere”, grupo conocido en la capital de Malleco. Las motocicletas estaban aseguradas sobre un remolque y fueron sustraídas por desconocidos en circunstancias que aún se investigan. De acuerdo a los primeros antecedentes, se presume que los responsables del robo se movilizaban en una camioneta roja marca Nissan, modelo NP300. El hecho habría ocurrido sin que los presentes se percataran, lo que hace sospechar de una acción rápida y planificada. Al lugar concurrieron funcionarios de Seguridad Pública de la Municipalidad de Angol, junto a Carabineros de la Primera Comisaría, quienes realizaron las primeras diligencias. Horas más tarde, se conoció que otra motocicletas que fue robada se encontrada abandonada en un tramo de la Ruta 180. Las otras tres aún no han sido localizadas.
Una lamentable situación afectó a Brígida Riquelme, una artesana de 79 años de la ciudad de Angol, quien fue víctima de un robo que dejó pérdidas superiores a los 200 mil pesos. El hecho ocurrió en su quiosco ubicado en calle Bunster, en pleno centro de la ciudad. Según los antecedentes preliminares, desconocidos habrían ingresado al local durante el fin de semana, forzando los latones de la parte posterior, en un sector cercano a una pandereta. Desde el interior sustrajeron tejidos de lana hechos a mano y hierbas medicinales, productos que la adulta mayor elaboraba y vendía como parte de su sustento diario. La afectada, visiblemente conmocionada, realizó la denuncia correspondiente ante Carabineros, manifestando su profundo pesar por la pérdida, no solo económica, sino también emocional. “Lo que me quitaron no es solo dinero, son horas y horas de trabajo, de esfuerzo, de estar tejiendo cada prenda y recolectando cada planta medicinal”, declaró. Brígida Riquelme es una reconocida emprendedora local, dedicada desde hace años a la producción artesanal, actividad que representa su principal fuente de ingresos. El robo no solo significa un duro golpe económico, sino también una afectación directa a su independencia y calidad de vida.
Según lo informado por los propietarios del local, tres sujetos llegaron en una camioneta color rojo alrededor de las 01:40 horas. El vehículo ingresó por calle Caupolicán y luego giró contra el tránsito por calle 18, donde se estacionaron mientras los individuos ingresaban al local para cometer el robo. Los delincuentes lograron sustraer una tablet y dinero en efectivo. Sin embargo, no pudieron llevarse más especies debido a que el local cuenta con cámaras de seguridad y un sistema de alarmas, lo que activó una rápida respuesta policial. Lo más llamativo del hecho es que ocurrió a escasos metros del Tribunal Oral en lo Penal de Angol y de la Fiscalía, además de encontrarse a solo una cuadra de la Comisaría de Carabineros, lo que genera preocupación respecto a la seguridad del sector. Los propietarios, que llegaron rápidamente al lugar, destacaron la oportuna respuesta de Carabineros. Sin embargo, debido a la activación de la alarma, los delincuentes escaparon rápidamente antes de ser detenidos. El avalúo preliminar del robo supera el millón de pesos, considerando el dinero en efectivo sustraído, la tablet y mercadería.
El delito se registró cerca de las 4:30 de la mañana, cuando dos sujetos forzaron la cortina metálica del local y lograron llevarse algunos artículos. Al percatarse de que su accionar no había sido descubierto, los antisociales regresaron alrededor de las 5:00 horas acompañados por dos cómplices a bordo de un vehículo. En esta segunda incursión, sustrajeron una mayor cantidad de especies, entre ellas mercadería, computadores y un molino de café. Gracias a las cámaras de televigilancia instaladas en el lugar, varios de los involucrados quedaron en evidencia. Las imágenes fueron compartidas masivamente en redes sociales durante la mañana, generando una rápida reacción entre los vecinos y usuarios de plataformas digitales. La presión social tuvo efecto: la madre de uno de los delincuentes se comunicó con los dueños del local para coordinar la devolución de parte del botín. Posteriormente, algunas de las especies robadas fueron encontradas escondidas entre matorrales en calle Alemania, entre la población Los Copihues y Villa Italia.
Según información preliminar, desconocidos ingresaron al estacionamiento del recinto de salud, que queda donde esta la cancha de futbol Alemania y procedieron a intervenir varios vehículos pertenecientes al personal de este centro de salud familiar. Los antisociales rompieron vidrios y sustrajeron objetos de valor desde el interior de los automóviles. El robo ocurrió durante el turno habitual de los trabajadores, lo que ha generado una profunda preocupación por la seguridad tanto del personal como de los usuarios del centro. Los funcionarios afectados denunciaron los hechos ante Carabineros, quienes ya iniciaron las diligencias investigativas para dar con el paradero de los responsables. Desde la dirección del CESFAM hicieron un llamado urgente a reforzar las medidas de seguridad en el recinto, considerando que no es la primera vez que ocurren hechos de esta naturaleza. “La situación es preocupante. Venimos a trabajar al servicio de la comunidad, y no podemos hacerlo con tranquilidad si ni siquiera nuestros vehículos están seguros dentro del recinto”, señaló uno de los funcionarios afectados. Este hecho pone nuevamente sobre la mesa la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad en los centros de salud públicos, especialmente en sectores donde la delincuencia ha ido en aumento.
El robo ocurrió mientras se realizaba una actividad enmarcada en un raid de motos organizado por el “Club Muere Muere”, grupo conocido en la capital de Malleco. Las motocicletas estaban aseguradas sobre un remolque y fueron sustraídas por desconocidos en circunstancias que aún se investigan. De acuerdo a los primeros antecedentes, se presume que los responsables del robo se movilizaban en una camioneta roja marca Nissan, modelo NP300. El hecho habría ocurrido sin que los presentes se percataran, lo que hace sospechar de una acción rápida y planificada. Al lugar concurrieron funcionarios de Seguridad Pública de la Municipalidad de Angol, junto a Carabineros de la Primera Comisaría, quienes realizaron las primeras diligencias. Horas más tarde, se conoció que otra motocicletas que fue robada se encontrada abandonada en un tramo de la Ruta 180. Las otras tres aún no han sido localizadas.
Una lamentable situación afectó a Brígida Riquelme, una artesana de 79 años de la ciudad de Angol, quien fue víctima de un robo que dejó pérdidas superiores a los 200 mil pesos. El hecho ocurrió en su quiosco ubicado en calle Bunster, en pleno centro de la ciudad. Según los antecedentes preliminares, desconocidos habrían ingresado al local durante el fin de semana, forzando los latones de la parte posterior, en un sector cercano a una pandereta. Desde el interior sustrajeron tejidos de lana hechos a mano y hierbas medicinales, productos que la adulta mayor elaboraba y vendía como parte de su sustento diario. La afectada, visiblemente conmocionada, realizó la denuncia correspondiente ante Carabineros, manifestando su profundo pesar por la pérdida, no solo económica, sino también emocional. “Lo que me quitaron no es solo dinero, son horas y horas de trabajo, de esfuerzo, de estar tejiendo cada prenda y recolectando cada planta medicinal”, declaró. Brígida Riquelme es una reconocida emprendedora local, dedicada desde hace años a la producción artesanal, actividad que representa su principal fuente de ingresos. El robo no solo significa un duro golpe económico, sino también una afectación directa a su independencia y calidad de vida.